En el sistema social que rodea a la actividad literaria, durante los útlimos cincuenta años en Chile se ha optado por tres posturas significativas respecto a la obra como producto final, y a las reacciones que provoca el enfrentarse ante material explícitamente "ligado" al mundo GLBT: autocensura, ocultamiento, y transgresión.
La autocensura es una de las más comunes, y se origina no sólo en el miedo a la asociación directa con el mundo queer, sino que más que nada debido a factores intelecto-socio-económicos. Este es el caso de una de las primeras novelas de Enrique Lafourcade, obra que por expresa intención del autor no fue incluida en la popular antología de literatura gay de Sutherland.
Por otra parte, el oculatamiento ha sido una de las reacciones más comunes. Lo que lo distingue de los otrs es que en este caso la reacción se origina apartir de un tercero. Por ejemplo, tenemos el caso de Gabriela Mistral, cuyos albaceas han tratado por todos los medios de alejar a su obra y persona del fantasma lésbico que la rodea. Por otro lado esta Agusto D'Alhmar. cuya obra está empezando a ser redescubierta.
La transgresión es la tercera y más natural postura, y es independiente de la condición sexual del autor, aunque si este es homosexual la reaccion puede tornarse mas visible y menos sutil. Lemebel, Sutherland, etc. y de manera mas sutil Griffero y Gomez, por nombrar algunos, adoptan esta postura que presenta matices y variaciones amplias y ricas.
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2 comentarios:
esta bueno, esa vision.
ojala leas lo del las multitudes queer, es rebueno, la idea que se plantea ahi, pero creo que la trangresion de las tres es lejos la mejor, pero ahi una que es como naturalidad, o transgresion no intencionada, como leavitt o lebemel un poco..
saludos
Seba, que buen blog.
Me gustaría saber si tienes libros de Safo que me facilites.
Te quiero
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